El
pasado miércoles durante la Eucaristía celebrada en el Colegio La Salle-Buen Pastor
de Jerez por el alma del Hno. José Luis Aguilera Pallarés, recientemente fallecido,
vinieron a mi memoria muchos momentos vividos en aquel Colegio durante mi etapa
como Comisario Scout. Solíamos reunirnos junto con el Hno. José Luis, el Hno. Antonio
Botella y el Hno. José Antonio Warletta con el Equipo de la Delegación para preparar
muchas de las actividades que por entonces desarrollábamos. Ellos no solo
ofrecían su particular ayuda, si no toda la infraestructura del Colegio en unos
momentos en el que la Delegación, por el cierre del edificio de la Calle San Cristóbal
donde habíamos tenido la sede, tan solo disponíamos de una pequeña oficina en la
Parroquia de San Marcos donde ejercía de párroco nuestro querido e inolvidable Cura
Carlos.
Estos
recuerdos, como otros tantos que a muchos de vosotros se os pueden venir a la memoria
del paso por el grupo scout, la delegación o la lnterdiocesana son fruto de las
vivencias compartidas con otros hermanos y hermanas scouts y guías.
Con
50 años a las espaldas de nuestra Delegación de Jerez los recuerdos se pueden multiplicar
por miles, y no por ello nos hemos de sentir viejos o cansados, ni tenemos que dar
por acabado nuestro inquebrantable compromiso con el Escultismo Católico.
Las
nuevas generaciones deberían saber sacar provecho de estas vivencias, no para escuchar
contar "batallitas campamentales", si no para descubrir que en el escultismo
todos tenemos un papel que jugar.
Estoy
convencido de que nuestra Asociación tiene sentido en los tiempos que vivimos.
No
jugamos a castores ni a lobatos ni a rangers ni a pioneros ni a rutas, tampoco
ejercemos de responsables, tan solo portamos la llama del espíritu scout y guía
para que nuestro compromiso sea siempre el "servir sin esperar recompensa".
Jerez
de la Frontera, 10 de marzo de 2018.
José
Ángel Sánchez Abrines.
Presidente.