jueves, 8 de enero de 2009

68º ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DE BADEN POWELL


En agosto de 1937 la juventud del mundo se congrego en el 5º Jamboree mundial en Vogelenzang, Holanda. Allí se reunieron Scouts de todas las razas, clases y credos, inspirados por una misma ley y una misma promesa, rindieron tributo a su Jefe y recibieron de sus manos la insignia del Jamboree "La Ballestilla".

Al llegar a la clausura del Jamboree B-P habló a la asamblea lleno de emoción y afecto dándose cuenta que esa era su última aparición en público ante los Scouts del Mundo.

"Ha llegado por fin la hora en que debo decir adiós. Vosotros sabéis que muchos de los que aquí nos encontramos jamás nos volveremos a ver en este mundo. Tengo 81 Años y me acerco ya al fin de mi vida. La mayor parte de vosotros apenas comenzáis a vivir y yo quiero que vuestras vidas sean felices y útiles”.

Apaciblemente murió el 8 de enero de 1941 mientras dormía; un grupo de Soldados y Scouts, en el que se mezclaron los blancos y los negros, lo condujo hasta su última morada a la sombra del monte Kenya. En su epitafio aparece grabado el símbolo del “final del camino”, un círculo con un punto en el centro que expresa la firma de la misión cumplida.

"B-P ha ido a descansar, pero su espíritu vive en el corazón de la juventud. Hoy, mañana y todos los días en algún rincón del universo un muchacho esta haciendo su promesa Scout por primera vez. Una Promesa tal cual B-P la estableció, de hacer todo lo posible por vivir una vida de hermandad y comprensión, y tratar de obtener esa paz en la cual la tierra se ha prometido a los hombres de buena voluntad."



El Último mensaje de Baden Powell

Queridos Scouts:

Si alguna vez habéis visto la obra de "Peter Pan", recordaréis cómo el jefe de los piratas estaba siempre haciendo su último discurso de despedida, por temor de que posiblemente cuando llegara la hora en que había de morir no fuera a tener tiempo para darlo a conocer. Así me sucede a mí, y aún cuando no me estoy muriendo en este momento, esto tendrá que suceder uno de estos días, y deseo deciros una palabra de despedida. Recordad; esta es la última que oiréis de mí por tanto, meditadla.

He tenido una vida muy dichosa, y deseo que todos vosotros tengáis también vidas muy dichosas. Tengo para mí que Dios nos ha puesto en este mundo encantador para que seamos felices y gocemos de la vida. Pero la felicidad no proviene de la riqueza, ni de tener éxito en la carrera simplemente, ni dándose uno gusto a sí mismo. Un paso hacia la felicidad es hacerse uno sano y fuerte, cuando niño, para poder ser útil, y así, poder gozar de la vida cuando se es hombre.

El estudio de la naturaleza os enseñará cómo ha llenado Dios de cosas bellas y maravillosas este mundo, para que lo podáis gozar. Estad satisfechos con lo que os haya tocado y sacad de ello el mejor partido que podáis. Ved siempre el lado bueno de las cosas, y no el malo.

Pero la verdadera manera de obtener la felicidad es haciendo felices a los demás. Tratad de dejar este mundo en mejores condiciones de como lo encontrasteis; de esta manera, cuando os llegue la hora de morir, podréis hacerlo felices, porque, por lo menos, no perdisteis el tiempo e hicisteis cuanto os fue posible por hacer el bien. "Estad Listos" en esta forma, para gozar de una vida dichosa y morir dichosos: asíos a vuestra Promesa Scout, siempre, aun cuando hayáis dejado de ser muchachos.

Que Dios os ayude a hacerlo así.

Vuestro amigo, B-P