sábado, 18 de enero de 2020

REFLEXIÓN SOBRE LA IDEA DE BEATIFICACIÓN DEL CURA CARLOS



D. Carlos descubre en el Escultismo Católico una de las maneras para hacer llegar el mensaje de Jesucristo, no sólo a los niños y jóvenes, sino también a los adultos. A la vez se identifica con todo el ideario que el escultismo de Baden-Powell propone para hacer llegar a niños, adolescentes y jóvenes de ambos sexos el amor por la Naturaleza y el compromiso con los más débiles, con la premisa de construir un mundo mejor.


En el año 2008 se había propuesto hacer “Hijo Predilecto de Jerez” al Cura Carlos, iniciativa que finalmente no se consiguió pues los políticos locales de esa fecha no mostraron ningún interés y el tema pasó al olvido.


Por esos días Diario de Jerez le hacía una entrevista y decía entre otras cosas: “Soy un pecador horrible” (Diario de Jerez 17 de marzo 2008).


En una conversación que mantuvimos con él por esas mismas fechas, nos preguntaba: “¿Es necesario todo este jaleo? Solo si es en beneficio del Escultismo”.


Y ahí quedó la cosa, nuestro empeño en conseguir ese reconocimiento no fue posible.


A él no le hacían falta esas cosas, su compromiso con Dios era tan inmenso que todo lo demás le sobraba. Solo con el cariño de tantos que lo conocían le bastaba para sentirse feliz.

Su vida era una continua alabanza a Dios. Siempre que te veía te preguntaba “¿Qué hora es?” y si no sabías a que se refería le decías la hora que marcaba el reloj. Inmediatamente te decía que no, que era "la hora de alabar a Dios”.

José Ángel Sánchez Abrines.
Juan Ortega Álvaro.