domingo, 10 de abril de 2011

CRONICA EXCURSIÓN A LOS LLANOS DEL REPUBLICANO 19 de marzo de 2011

Como dice aquella canción que cantábamos cuando salíamos de marcha de patrullas: “Aunque somos pocos no importa ná ….” Así comenzábamos nuestra excursión en un día meteorológicamente hablando muy bueno dándonos sita en el lugar indicado y tralandandonos hasta la población de El Bosque donde dimos cuenta de un suculento desayuno para luego desplazarnos hasta Villaluenga del Rosario, lugar de inicio de nuestro itinerario.

Hicimos un pequeño cambio en la ruta, en lugar de hacerlo por el camino tradicional, tomamos la pista forestal que se adentra en los Montes de Propios de Villaluenga para llegas hasta el lugar conocido como “Los Sotos”, en donde se ubica uno de los pozos de abastecimiento de agua de esta población, desde aquí descendimos por un camino de cabras hasta llegar a un antiguo molino y donde hay una fuente con agua, con los pilones tallados en piedra. Los arroyos que llevaban mucho agua producto de las intensas lluvias de los días anteriores.

En este bello lugar hicimos un alto y nos tomamos una “copita” de amontillado de las afamadas bodegas de Maestro Sierra de Jerez.

Ya por terreno totalmente llano continuamos nuestro camino adentrándonos en el extenso llano que forman los Llanos del Republicano, serpenteado de arroyos de aguas y con una creciente vegetación.

La primera parte de nuestro trayecto estaba por terminar, pero las alambradas existentes en los llanos nos hicieron tener que dar un gran rodeo para pasar por las “hangarillas” hasta llegar a la zona de arboleda y rocas donde comeríamos.

Comida apacible y generosa donde los participantes nos intercambiamos majares como el que intercambia “cromos” y ligero sesteo entre sombra y sombra de las viejas encinas.

El regreso lo hicimos por el mismo camino de ida hasta el Puerto de la Viña donde teníamos estacionados los coches. Luego parada obligatoria en Villaluenga del Rosario para tomarnos un café y prolongar la charla.

Con esto la excursión tocaba a su fin y emplazándonos para el próximo otoño donde volveríamos a reiniciar este tipo de actividad, nos despedíamos de un día de feliz convivencia scout y guía, y que sirven para mantener viva la llama del escultismo y guidismo en nuestros corazones.