sábado, 29 de marzo de 2014

«Centenario scout en Salamanca»



Parece que fue ayer, en este «alto soto de torres» y en Peñaranda de Bracamonte, cuando un grupo de militares liberales, apoyados por el obispo diocesano y otras fuerzas de la Sociedad Civil, pusieron en marcha el Movimiento Scout en nuestra provincia. Veinte años después España se ideologizó y se partió en extremismos fratricidas con muchas prisas por triunfar, que impidieron, prohibiéndolo, el crecimiento normal del Escultismo entre nosotros. Tan duro debió de ser, que nunca he conocido a ningún scout de los de antes de nuestra Incivil Guerra. Pero seguro que en  algún desván queda algún papel que haya sobrevivido a la feroz autocensura de aquellos años trágicos. Tal vez, cuando me re-jubile, me queden fuerzas para rebuscar, a falta de un historiador actual, joven y con energía y técnicas suficientes.

Las personas envejecemos, morimos y hasta pueden matarnos, pero las ideas resisten, a veces, al asesinato cultural. Y así, en los años sesenta, unos cuantos seminaristas y monjas, jóvenes todos ellos, que habían vivido el escultismo a la sombra maternal de la Iglesia, consiguieron contagiárnoslo a unos cientos de niños que pululábamos por el Colegio Calasanz -escolapios-, la parroquia de El Milagro -jesuitas- o los Teologados claretiano, reparador, marista, de La Salle, o el Instituto de Misioneras Seculares del Rollo.
Sin mezclarse con los anteriores, algunas Órdenes religiosas dedicadas a la enseñanza dieron el gran paso de incluir el escultismo en el Proyecto Pedagógico de Centro, o como se llamase en aquel momento: Colegios Maristas, María Auxiliadora, Jesuitinas, Siervas, Trinitarias y D. Jesús, entonces cura de Tordillos. Fueron los Scouts de Baden Powell que, una vez diluida la asociación, se constituyeron en Grupos scouts Independientes. Y algún amigo ya mayorcito tengo que hizo sus armas infantiles en Scouts de España, pero de ese Grupo ignoro el origen.

En el Teologado P. Scio, de los escolapios, se pusieron en marcha, a la vez, un Museo Bíblico y la EXPO-SCOUT, que dieron a conocer la Biblia y el escultismo a miles de estudiantes, de ambas Universidades. Junto a la Exposición scout se puso en marcha la Tienda (Expo-Scout Tienda), que propagó el escultismo por península, islas y, de vez en cuando,
Hispanoamérica (así era conocida entonces).

Ayer se inauguró un monolito en piedra de Villamayor que conmemora el Centenario del Escultismo en Salamanca. Discursos, juegos, carrera popular, actividades por la ribera del Tormes, la Plaza de San Román y la misma Plaza Mayor. Las seguí a distancia por culpa de un inoportuno esguince...y eso que los scouts  me enseñaron a pisar bien. 
Si hubiera habido un acto cultural, universitario, malo hubiera sido el no poder asistir con la ayuda de un taxi y muletitas. Sin duda que el Sr. Alcalde habrá representado bien al mundo adulto y a la sociedad civil salmantina que, con tanto entusiasmo pusieron en 1914 una base firme para  el escultismo en la provincia de Salamanca.

Antonio Matilla, sacerdote