Este domingo hemos realizado la IIIª Marcha de la Amistad aprovechando la tregua de buen tiempo.
No obstante, la niebla hizo su aparición y nos acompaño un rato al inicio de la marcha, para dar luego a un día entre sol y algunas nubes altas con una agradable temperatura donde picaba el sol.
La cita era en la Venta “Los Molinos” en la carretera de Arcos-El Bosque a las 9,30 horas, donde fuimos llegando los 23 participantes dispuestos a tomar un buen desayuno, con buen pan, buen aceite y mejores zurrapas.
Una vez bien pertrechados de la energía necesaria y que luego deberíamos quemar, iniciábamos sobre las 10,35 h. la marcha por la margen derecha de la cola del Pantano de los Hurones, allí por donde desembocan el río del Bosque y el Tavizna.
En la cola la lámina de agua era escasa, dando lugar a un extenso prado de corrihuelas y cardos, existiendo una considerable distancia entre los límites de máxima crecida hasta donde se encuentra el agua.
Pudimos observar como en árboles secos que estaban dentro del agua, posaban plácidos cormoranes, muy habituales en los pantanos de nuestra provincia, pese a ser un ave eminentemente marina.
El grupo se fue dividiendo en varios, si bien a cortas distancias, cada cual aprovechando para observar y hacer fotos.
La primera dificultad del itinerario consistía en saltar una verja al más puro estilo serrano, para luego sortear a la orilla del pantano una manada de “vacas retintas” que nos miraban, algunas, muy fijamente pero cuando observaron lo inofensivos que éramos decidieron marcharse a pastar a otro sitio.
Luego venia el caminar por la ladera del pantano, que tenía un considerable desnivel, por terreno muy resbaladizo lo que hizo extremar el cuidado.
Eran ya las doce del mediodía y tocaba hacer el “rengue” y degustar en honor de todos los dioses, habidos y por haber, un copita de buenos “caldos de la tierra” como son los vinos de El Puerto y Jerez.
Aquí se despedían de nosotros y regresaban Tily, José Ramón e Ignacio, pues tenían compromisos familiares ineludibles, no sin antes hacernos la foto oficial de la marcha.
Antes de continuar nuestro camino, las botas de dos maravillosas señoras participantes decían que ya estaba bien y acabaron rompiéndose. Claro la cosa no era dejarlas allí solas, así que salió a relucir el “ingenio” que todo buen scout tiene y se improvisaron soluciones variadas, eso sí, utilizando para ello un buen cordino fino y una buena navaja, que permitieron a las afectadas continuar el camino.
El camino seguía siendo tortuoso, por la cantidad de piedras y el desnivel inclinado del mismo lo que hizo que sobre las 13,45 se parara para comer.
Mientras el tiempo empezó a ponerse muy entoldado e incluso a chispear, por lo que decidimos volvernos.
Pero he aquí, que reiniciada la marcha, a una de las afectadas por el “mal de las botas locas” también le transmitió el “mal” a la otra bota, por lo que hubo de hacerse otra intervención de ingenio. Ángel, el marido de la “semidescalzada señora”, como buen andarín que es, presto y veloz acompañado de Miguel Ángel tomo rumbo decidido hasta los coches para recoger unas zapatillas y acercarlas, cosa que sí hizo, eso sí, en el último tramo con su vehículo ya que el camino si lo permitía.
Una vez retornados a nuestros vehículos, las despedidas de rigor de los que se tenían que marchar y el resto nos fuimos a tomar un café a una venta cercana.
Resumiendo, personalmente una enriquecedora marcha, con viejos y nuevos amigos con los que uno sería capaz de recorrer el mundo.
José Ángel Sánchez Abrines
AQUÍ PUEDES VER LAS FOTOS REALIZADAS POR JOSÉ ÁNGEL SÁNCHEZ ABRINES
