domingo, 20 de octubre de 2013

Crónica de la Marcha de la Amistad Scout y Guía (12 de octubre de 2013)

 
Puntuales todos sin excepción nos reuníamos un nutrido grupo de miembros de nuestra asociación, incluidos algunas hijas e hijos, así como amigos que se sumaban a esta nueva edición de la Marcha de la Amistad, que ya es tradicional celebrarla a primeros del otoño.
El día amaneció con niebla y algo nuboso, pero con una agradable temperatura que conforme avanzaron las horas hizo que se elevara y desapareciera la niebla.
Como decíamos, puntualmente nos veíamos en la Venta El Granado de San José del Valle donde los molletes y rebanadas nos daban fuerzas para una excursión que nos llevaría hasta los Montes de Propios de Jerez, para hacer el itinerario de Montifarti, de unos 8 km. de recorrido.
La naturaleza está ávida de agua y las lluvias de hace unas semanas había empezado a dejar una tímida otoñada.
El recorrido, salvo alguna pendiente muy puntual, transcurría entre acebuches de gran tamaño, mezclándose con encinas y quejigos, así como una gran variedad de arbustos como lentiscos, madroños, majuelos y palmitos de considerable porte que portaban entre sus hojas los dátiles de sus ramas, desprendiendo un agradable olor la mezcolanza de tantas especies.
Esta es la época de los saltamontes y a cada paso que dábamos salteaban nuestras pisadas.
A las 12 h. el tradicional rengue, donde nos tomábamos un respiro a la sombra porque el sol picaba algo y donde el oloroso dulce y algunos frutos secos acompañaron esta breve parada.
Sobre las dos de la tarde y bien protegidos del sol por unos hermosos quejigos, parábamos para comer y reponer fuerzas. Una variopinta comida compartida,  donde hubo hasta un vino moscatel achampañado y dulces, para celebrar el santo de una de las participantes, que por supuesto fue felicitada al cante coral de “Feliz en tu día”.
Una agradable sobremesa sentados en el suelo y algún fallido intento de echar una siesta, ponían fin a un buen rato de charla.
Iniciábamos de nuevo la caminata con una pequeña cuesta, pero, que después de comer se hacía algo pesada, hasta llegar donde teníamos los coches.
En este lugar nos hicimos la clásica foto de grupo, con el siempre divertimento del mando a distancia que no funciona y se acaba haciendo la foto con el disparador automático.
Llegado a este punto, nos despedimos todos deseándonos vernos pronto para pasar un buen rato de hermandad scout y guía, que es nuestro gran compromiso.