Traída
desde Belén de manera sencilla, la LUZ DE LA PAZ, debería repartirse de manera
humilde sin el boato que algunos quieren rodearla. Lo que menos necesita
nuestro Escultismo es rodearse de la pompa y el boato, imitando a otros y perdiendo
nuestra propia identidad como scouts. En un lugar muy humilde nació Jesús,
anunciar su llegada entre nosotros debe de ser igual de humilde, seguro que
llegaría a más corazones.
El
escenario donde se desarrolla la vida del Escultismo es la Naturaleza y Jesús
nació rodeado de Naturaleza, nuestras catedrales son el infinito cielo
iluminado por las estrellas. Allí estaremos nosotros esperando junto a la
hoguera la llegada de Jesús, al igual que los pastores de aquella noche mágica.
De
seguro que se nos aparecerá el Ángel para anunciarnos la llegada del Mesías.
Todo lo demás sobra.
¡FELIZ NAVIDAD!