Izai Amorim
Nuestros problemas medioambientales siguen creciendo, porque no hay suficiente gente involucrada en tratar de resolverlos. Involucrarse significa adoptar nuevos estilos de vida que son buenos para el medio ambiente, el clima, y las propias personas, para luego inspirar a otros a hacer lo mismo. Como consumidores, votantes y miembros de la sociedad podemos lograr mucho de esta manera.
Una manera para hacer que la gente adopte un nuevo estilo de vida es dejar que lo intenten y tengan la experiencia por si mismos de cómo afecta a sus vidas: aprender con la práctica. Para aquellos que quieren hacer algo sobre el cambio climático sin perder la calidad de vida, se desarrolló la Dieta baja en carbono. Esta dieta es gratuita para los participantes y se hace online para que lo pueda hacer cualquier persona, sin importar donde se encuentre. El curso ofrece a los participantes información práctica sobre cómo reducir las emisiones de carbono en su vida diaria. De esta manera, el plan de dieta abarca la nutrición, la movilidad, la vida y el trabajo, y dado que ayuda tener un técnico como entrenador con el que se puedan compartir las experiencias, también ofrece asesoramiento en línea.
La dieta de bajas emisiones de carbono funciona bien en diferentes contextos: conferencias, ferias, festivales, etc., y me pregunto si esto funcionaría también en un contexto religioso. Las organizaciones religiosas tienen un papel muy importante que jugar en el movimiento de protección del medio ambiente. Sus miembros son grandes entidades, diversos y representan una sección transversal de la sociedad. Si conseguimos movilizar a sus miembros podríamos alcanzar a una masa crítica que necesitamos para conseguir mayores logros.
En 2011 me acerqué al P. Karl Kern SJ, rector de la iglesia de los Jesuitas de San Miguel en Munich, Alemania, y le propuse un “globo sonda”: pedir a la gente que hiciese la Dieta baja en carbono durante la Cuaresma. Nuestra primer Ayuno de carbono en Cuaresma había nacido. Fue tal el éxito que lo queremos repetir a una escala todavía mayor en 2012. No sólo ayuda a la gente a hacer algo concreto por el medio ambiente, sino que también enriquece la comunicación online de San Miguel.
Nuestro objetivo es conectar a todo el mundo en una red internacional “de pensamiento global para actuar local localmente.” Por lo tanto, planeamos extender el ayuno cuaresmal de carbono en 2012 a países de habla inglesa con altas emisiones de carbono per cápita: Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia, etc. Estamos deseando tener una red de socios y personas interesadas que quieran sumarse a este viaje de sostenibilidad, saludable, y un estilo de vida bajo en emisiones de carbono. Aquí y ahora. Todos estamos invitados.
El autor nació en Brasil en 1963. Es arquitecto de formación y consultor de marcas. En 2009 fundó una compañía para la protección del medioambiente llamada Certified Coolness Limited y es uno de sus responsables. Actualmente vive y trabaja en Munich, Alemania. Contact: ia@certifiedcoolness.de
Tomado de ecojesuit