En el primer desfile Scout, en el Palacio de Cristal en
1909, Baden Powell se encontró con una Patrulla de niñas vestidas de scouts. Al
preguntarles, su Guía de patrulla le respondió con aplomo que ellas eran las
Chicas Scouts en clara alusión al término que se usaba para los primeros
Scouts, Chicos Scouts (Boy-Scouts).
La presencia y el evidente ingenio de estas niñas hizo que
BP cayera en la cuenta de que la aplicación del método del escultismo era una
invitación abierta para el desarrollo personal y la formación del carácter no
sólo de los chicos sino de la juventud en general y por tanto también de las
chicas. O más teniendo en cuenta que en los albores del siglo XX, las niñas
tenían menos oportunidades de formarse en una sociedad clasista.
La educación escolar para las niñas había mejorado a pasos
agigantados, pero el problema de formar la personalidad todavía estaba sin
resolver. Esto no podía ser enseñado en clase, debía ser, necesariamente,
desplegado en el individuo, principalmente por el esfuerzo del discípulo; lo
cual era ampliamente inculcado a los Boy Scouts a través de las actividades
deportivas y las aventuras al aire libre. Ahora las niñas venían detrás con su
propia voluntad de tener las mismas aventuras que sus hermanos.
Con este espíritu, y visto el éxito que estaba teniendo el
Escultismo entre la juventud, no era muy difícil diseñar un programa similar al
de los Scouts pero teniendo en cuenta los requerimientos de la vida de una
niña.
En un tiempo cuando la falda debía ser hasta los tobillos y
las mujeres nunca corrían, la idea de que las niñas participaran en
campamentos, caminatas y actividades similares tuvieron diferentes respuestas.
Furiosos críticos acusaron al “escultismo femenino” como una “nueva perversa
revelación”, un “tonto y pernicioso movimiento”, un “estúpido deporte".
Sin embargo, las niñas ganaron. En 1910, Baden Powell
organizó las Guías Scouts. El término “Guías” lo tomó BP del valeroso Cuerpo de
Guías Británicos que conoció en la India, e intentaba dar una idea de romance y
aventura mientras indicaba también sus futuras responsabilidades para dirigir a
su compañero y educar a sus hijos. Además de esto, éste nombre significaba que
eran las que señalaban el camino para otros, las que ayudaban a escalar
difíciles alturas.
El objetivo principal de su entrenamiento era similar al de
los Scouts:
- desarrollo de su personalidad y de su salud,
- y formar un sentido de servicio hacia los demás;
- además de darles una instrucción práctica para el mantenimiento del hogar y de sus actividades como futuras madres; tarea que requiere de mucha habilidad, coraje, constancia, disciplina y conocimientos.
Baden Powell pidió a su hermana mayor Agnès que se pusiera
al frente de la nueva organización. Unos años más tarde su esposa Olave se
involucraría también en el Movimiento y, en 1918, fue nombrada Jefe Guía de la
Asociación Británica de Guías Scouts.
El Guidismo se inició para todas, y con ese fin, se creó una
nueva rama para chicas con necesidades educativas especiales llamada Sección de
Extensión.
Durante la Primera Guerra Mundial, el Movimiento ya se había
iniciado y las Guías ayudaron con en los hospitales, pedían dinero para comprar
ambulancias, reemplazaban a los hombres en las tareas del campo mientras ellos
estaban luchando en el frente, y realizaban muchas tareas más. La gente comenzó
a darse cuenta de que el Guidismo no era solamente un juego para las niñas sino
un entrenamiento útil que les enseña las buenas normas de la vida.
El primer campamento mundial tuvo lugar en Inglaterra en
1924 cuando por primera vez las Guías de diferentes países se reunieron.
Nace la Asociación Mundial del Movimiento Guía
En 1928 las dirigentes adultas del Guidismo también se
reunieron y decidieron formar una Asociación que incluyera a todos los países
donde hubiera Guías. Esto fue necesario ya que el Guidismo se había hecho tan
popular que en algunos lugares la gente usaba los métodos guías con fines
equivocados resultando un falso Guidismo.
Pero si una compañía estaba debidamente registrada en una
Asociación Guía, reconocida por la Asociación Mundial de Guías Scouts (AMGS o
WAGGGS en sus siglas en inglés), entonces todos saben que sus miembros son
verdaderas Guías que creen en la Promesa la Ley, obedecen las reglas
establecidas por la Asociación Mundial y están haciendo el Guidismo en la forma
en la que Baden Powell quisiera que fuera.
Tan grande fue el entusiasmo por el Guidismo que éste pronto
se esparció por todo el mundo y desde los primeros días, incontables millones
de mujeres han hecho su promesa Guía.