martes, 15 de diciembre de 2009

CRUZ OCULTA

Suena el timbre y me apresuro a abrir la puerta del “convento” creyendo que es Georges, al que estamos esperando desde hace rato; pero no, es una señora de mediana edad, con un shador ajado, como de día de diario. Me hago el mudo y le indico, por señas, que espere, que voy a llamar al encargado, para que no se dé cuenta de que no sé hablar árabe y empiece a sospechar qué motivo hay para que un extranjero esté aquí, en lo profundo de la tierra de los alahuitas, la etnia a que pertenece el Gran Conductor, el Jefe, el Presidente de la república. La escena se desarrolló en Siria hace años, durante un Curso de Formación para scouts católicos sirios, impartido por un francés, un sirio, un libanés y un español. El “convento” es la estructura básica de la Iglesia católica en Siria; se trataba en aquel caso de un pequeño terreno de apenas dos hectáreas, vallado con una tapia alta en todo su perímetro, con una capilla, una casa de espiritualidad para los retiros, reuniones y cursos de formación y un bosquecillo en el que los jóvenes scouts podrían acampar. Fuera del convento el escultismo católico y cualquier otra manifestación cristiana, como procesiones o actos públicos están rigurosamente prohibidos. El Cristianismo, en Siria, puede vivirse con toda libertad en la conciencia de cada uno y en el convento. Nada fuera de ahí, ninguna manifestación publica en la calle o en medios de comunicación, nada de escuelas cristianas.

Esta situación es, quizá, la que envidian y buscan implantar en España las corrientes laicistas. Son pocos, pero se hacen notar y han conseguido la adhesión de algunos jóvenes. Me llama la atención la comprensión y la simpatía con que miran al Islam, tal vez porque en él la distinción y la separación entre Iglesia y Estado es difusa y, en muchos casos, inexistente: una forma de vida en que religión, política y cultura es todo uno. Si la Iglesia y otras cosmovisiones a contracorriente quedan reducidas al ámbito de la conciencia individual y al “convento”, habremos convertido a España en Siria y el pensamiento único habrá triunfado. Provisionalmente.

Antonio Matilla, sacerdote.
Consiliario del Movimiento Scout Católico

11/12/2009