
¿Qué es lo mejor para un niño o niña? Demasiados padres
atiborran a sus hijos de actividades extraescolares hasta el punto de que los
niños acaban trabajando más horas que sus progenitores. Aprender cosas siempre
ha sido bueno; pero formarse bien es mejor: conocerse a si mismo; apropiarse de
una escala de valores que duren más de dos legislaturas y puedan superar más de
una crisis; capacitarse para hacer amigos y mantener relaciones humanas
estables basadas en la lealtad; tener una mentalidad observadora y abierta y un
corazón sensible; saberse preparado y útil para disfrutar de la naturaleza y
tomar en las manos la responsabilidad de la propia vida; desarrollar una vida
interior abierta a la trascendencia, a Dios, al prójimo –especialmente al más
débil-, al planeta que es nuestro hogar, a la necesidad imperiosa de la
justicia, una vida interior que sea fundamento de una personalidad alegre,
estable y razonadamente crítica hasta alcanzar lo mejor de si. Y ahora, a lo
práctico: las actividades extraescolares suelen ser caras; el escultismo es
mucho más barato y es eficaz para formar buenos ciudadanos y, en su caso,
buenos cristianos. Si ha durado más de cien años por algo será.
Antonio Matilla, sacerdote.
Consiliario del Movimiento Scout Católico
20/4/2012.