viernes, 25 de mayo de 2012

‘Compromiso’

En los últimos años se ha extendido entre la opinión publicada, que tiene mucha influencia en la opinión pública, la idea de que no es posible comprometerse de por vida con nada ni con nadie. El río suena, ciertamente, y se rompen tantos matrimonios como los que se contraen, aunque la estadística es engañosa de momento; en otro orden de cosas, son pocos los jóvenes que optan por el sacerdocio, por la misma razón: los compromisos de por vida están muy caros. Se llevan más los compromisos puntuales, parciales y a plazos, e incluso los momentáneos: a las veintitrés horas ligo contigo y a las tres de la mañana ya veremos con quién. 
Hace tiempo descubrí, sin embargo, que no me interesa estar a la moda, porque es pan para hoy y hambre para mañana y, aunque dentro de cien años casi todos estaremos calvos –o cenicientos-, es conveniente programar un poco el futuro, al menos en forma de proyecto. El hombre –la mujer más, probablemente- es un animal de futuro y la razón le lleva a proyectar a largo plazo: hace más de diez años que Facebook era un mero proyecto y el otro día, en mi parroquia, asistimos a la celebración de los cincuenta años de un proyecto matrimonial; pronto hará también cincuenta años de un proyecto personal de vida que se trazó, a grandes rasgos, luego mejorados, ampliados y cambiados en no pocos matices, en la ‘Vela de armas’ de una Promesa scout. Esos ideales de vida, sean empresariales, matrimoniales o vocacionales en general, hay que cuidarlos día a día y, los que los van manteniendo con sinceridad y empeño y con la ayuda de Dios y de los iguales, llega un momento, 18.250 días después, más o menos, en que suelen decir con satisfacción a los que les quieren: ‘Mira, parece que fue ayer’. 
El domingo pasado fuimos testigos, yo al menos, de once proyectos a largo plazo, al plazo de toda una vida: Andrés González Buenadicha y Santiago Martín Cañizares fueron ordenados presbíteros –curas, vaya- en Salamanca y Zamora respectivamente; dieciocho jóvenes, nueve mujeres y nueve hombres, realizaron el Cursillo preparatorio al Sacramento del Matrimonio, que contraerán próximamente; cientos de adolescentes ya están preparando su promesa scout para el Campamento de este verano.
Antonio Matilla, sacerdote
Consiliario del Movimiento Scout Católico